CATARROS, GRIPES... BIENVENIDO INVIERNO TEMPRANERO
De repente, tras un otoño primaveral, nos ha llegado de golpe el invierno. Y ya se empiezan a oír los típicos comentarios, sobre todo de la boca de algunas madres: "Mi hijo ya está con catarro", "Me ha dicho el/la pediatra que como es pequeño es normal que se pase todo el curso escolar así", "No se le termina de pasar y vuelve a recaer"...
Y a los adultos, pronto nos bombardearán con la famosa vacuna de la gripe que, por cierto, la mayoría de los médicos no se la ponen. Por algo será.
Vamos a ver. ¿Acaso no es nuestro cuerpo una máquina perfecta?
No tenemos porqué estar enfermando de continuo, ni siquiera en invierno. Ni niños ni adultos.
En primer lugar, deberías de saber que si tus defensas están fuertes y te alimentas de forma adecuada, no tienes por qué enfermar.
En segundo lugar, si algo ha fallado y has enfermado, es momento de tratar el proceso en condiciones para, además de eliminarlo, que no se vuelva a repetir. Y esto no se consigue con antibióticos... Eso lo dejamos para las verdaderas urgencias (a veces, hay que recurrir a ellos).
Los antibióticos lo único que hacen es "cortar" el proceso de golpe, nada bueno por cierto, y bajar aún más tus defensas. Y entras, sobre todo los niños, en una rueda sin fin. No salen de una y entran en otra.
¿No sería mejor tratarlo de forma natural, reforzar el organismo, y darle descanso un par de días?
¿Por qué nos cuesta tanto hacer cosas que hasta los más antiguos las hacían, con todo el conocimiento de la naturaleza en sus manos?
Por favor, seamos más responsables de nuestra salud, valoremos más nuestro cuerpo, y no dejemos en manos de la farmacia y de su negocio lo más valioso que tenemos: NOSOTROS MISMOS.
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