PADRES - ABUELOS - PROFESORES
NIÑ@S y JOVENES
Feliz día a tod@s.
Os me gustaría daros mi humilde opinión sobre lo que nosotr@s como adultos (padres, madres, profesores, profesoras, abuelos, abuelas, tíos, tías...) deberíamos aportar como mínimo a nuestros niños y niñas, y a nuestros jovencit@s. Porque la mayor parte del tiempo la pasan con nosotros. Y porque tenemos en nuestras manos "una gran clave del futuro de todos estos niños-niñas"
Desde lo que yo he experimentado y he visto a mi alrededor, como padres, tendemos a evitar a nuestros hijos los problemas (que les pase algo malo, que se caigan, que vean o escuchen cosas que a lo mejor no les gustan (dentro y fuera de casa)...). Como profesores y profesoras, en muchos casos, lo que se espera de los alumn@s son "pequeños robots" que estén bien formalitos en clase, que escuchen bien calladitos, que participen como ellos quieren, y que no les causen problemas. Como si el colegio fuese una máquina de fabricar pequeños robots que encajen perfectamente en la sociedad. En una sociedad, que desde mi punto de vista está enferma y ha perdido muchos valores fundamentales para nuestro buen desarrollo.
Gracias a .... en algunos colegios ya empiezan a enfocar la enseñanza desde otro punto de vista más integrador y positivo. Pero en muy pocos casos aún.
La base sólida de cualquier persona se debe crear en su infancia y adolescencia. Ahí es donde un@, poco a poco, va desarrollando su autonomía, su "fuerza", su personalidad, su carácter, la manera de responder a las diferentes situaciones que se les presentan en la vida...
Cada uno de nosotr@s somos diferentes, y lo que nos hace falta para desarrollarnos correctamente como personas es experimentar sin miedos y aprender de las experiencias. Para ello, tenemos que tener una autoestima fuerte, ser personas seguras, sin miedo a expresar lo que sentimos, sin miedo a equivocarnos (de todas las equivocaciones aprendes, y mucho), sin miedo a ser "diferentes" (que no peores ni mejores), sin miedo "al qué dirán los demás", sin miedo a...
Si yo como adulto (padres, profesores) me dedico a evitar que esos niñ@s se "caigan", que tengan problemas, que expresen sus sentimientos, que busquen ellos mismos soluciones, me dedico a incidir y recalcar sus "puntos débiles"... estoy creando personas con poca autoestima, inseguras, poco creativas, miedosas....
Si yo como adulto, no he solucionado mis propios problemas de la infancia-adolescencia, puede ser que eso que veo en todos esos niñ@s que me "molesta", simplemente me esté reflejando como he sido yo, incluso como sigo siendo en muchos aspectos de mi vida.
Uno debe hacer un trabajo personal muy intenso para poder servir de guía a otro. ¡Cuidado!
Y sobre todo, como profesor o profesor, uno de amar hasta lo infinito su trabajo y a los niñ@s. Si no, sinceramente, mejor quedarse en casa y dar paso a otra persona que realmente sienta eso en su sangre. No estamos para perder el tiempo.
Los niñ@s deben jugar, experimentar, sentir, descubrir, expresar, crear soluciones... Ellos saben como hacerlo. Sólo hay que dejarlos y apoyarlos (escuchándoles, observándoles, valorando positivamente sus avances, estando ahí cuando nos piden ayudan...).
Pero la mayoría de las veces, nos dedicamos a "machacar" sobre sus debilidades ("Es que es muy movido", "Es que es muy tímido", "Es que es un contestón", "Es que es..."), en lugar de potenciar todas las cosas buenas que tienen, que son muchísimas, y favorecer el crecimiento de personas seguras, con capacidad de buscar solución cuando se les presenta un problema, con capacidad de expresar todo lo que sienten sin sentirse coartados, con capacidad de crear, de permitirse sentir.... A fin de cuentas, con capacidad de experimentar su vida en plenitud.
Señores padres, ¿Qué sentido tendría nuestra labor si nuestros hijos fuesen tan perfectos que no nos necesitasen?
Señores profesores, ¿Qué sentido tendría su labor si los niñ@s fuesen tan perfectos que no les necesitasen?
Aterricemos por favor. Los jóvenes necesitan nuestros apoyo (y no siempre). Hay que saber estar ahí cuando nos reclaman, como herramientas para un desarrollo positivo. Nada más. No intentemos hacer clones. "En la diferencia está la belleza".
Gracias por permitir que me exprese.
Gracias a la vida y a mi hija por haberme permitido ser madre. Aprendo muchísimo de ella.
De repente, tras un otoño primaveral, nos ha llegado de golpe el invierno. Y ya se empiezan a oír los típicos comentarios, sobre todo de la boca de algunas madres: "Mi hijo ya está con catarro", "Me ha dicho el/la pediatra que como es pequeño es normal que se pase todo el curso escolar así", "No se le termina de pasar y vuelve a recaer"...
