domingo, 17 de enero de 2016

ALIMENTACION - SALUD

EL TRIGO
UN “VENENO COTIDIANO” PARA NUESTRA SALUD

Hace ya unos años, el cardiólogo norteamericano Willian Davis, al ver que sus pacientes no mejoraban con los tratamientos farmacológicos, decidió recomendarles que suprimieran el trigo de su dieta. Y  pudo comprobar como mejoraban de forma muy notable cuando lo hacían, además de perder peso.

En pocos meses comprobó cómo sus niveles de azúcar en sangre bajaron notablemente, y cómo algunos diabéticos dejaron de serlo. Además, comprobó como la artritis, la psoriasis, la sinusitis crónica, la irritación intestinal, el colesterol, los problemas cardíacos, la presión arterial… mejoraron considerablemente. En algunos casos, los problemas desaparecieron.

Publicó el ensayo “Wheat Belly: Lose the Wheat, Lose the Weight, and Find your Path Back to Health” con las conclusiones de sus estudios sobre los efectos negativos del trigo genéticamente modificado (el trigo moderno). Como era de esperar,  la industria alimentaria lanzó una campaña para desacreditarlo. Pero lejos de callar, los retó a un debate televisivo. No obtuvo respuesta al respecto.

Él establece una relación directa entre el consumo de cereales sometidos a modificaciones genéticas con el aumento de número de diabéticos y de personas obesas. “Dos rebanadas de pan aumentan más los niveles de azúcar en sangre que dos barras de caramelos, debito al alto índice glucémico del trigo que se cultiva hoy en día (un trigo transgénico)”. De este modo, se desarrolla una resistencia a la insulina, provocando que vaya en aumento el número de personas diabéticas.

Según dice, “El agronegocio arruina nuestra salud”. El 90% del trigo que hay en el mercado es transgénico. Dice que el valor nutricional de los cereales siempre estuvo sobredimensionado, pero que fue a raíz de los avances genéticos iniciados en la década de los 60 cuando “se convirtieron en perjudiciales para la salud”. Ahora, contienen una nueva forma de proteína llamada gliadina que actúa como un opiácea, estimulando el apetito, haciéndonos consumir muchas más calorías de las que necesitamos.

Una vez más podemos comprobar que la agroindustria ha puesto por delante de la salud el rendimiento económico.
El trigo que comemos hoy en día en poco se parece al que consumían nuestros abuelos. Han convertido al trigo es un híbrido de mayor rendimiento económico.
Por tanto, lo que él propone, es cambiar totalmente los hábitos alimenticios dejando de comer los productos de trigo, para poder experimentar el beneficio en nuestra salud.

No es necesario que te creas nada. Experiméntalo en tu propio cuerpo.
Y si te apetece, puedes leer su libro “SIN TRIGO, GRACIAS”.
Gracias por ser responsable de tu salud.



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