Y tú... ¿Por dónde respiras?... Y...¿Qué respiras?
Tendemos a pensar que respiramos únicamente por la nariz-boca, y no nos gustan las zonas con "malos humos".
Tendemos a pensar que respiramos únicamente por la nariz-boca, y no nos gustan las zonas con "malos humos".
Sin embargo, pocas veces ponemos atención en el gran órgano respiratorio que es nuestra piel.
A través de nuestra piel absorbemos gran cantidad de sustancias, muchas tóxicas, de forma inconsciente. Un uso excesivo de geles de ducha, champús, cremas hidratantes, maquillajes, pomadas médicas, pastas de dientes....
No nos percatamos de la gran cantidad de sustancias tóxicas que entran en nuestro organismo, provenientes de todos estos productos, a través de nuestra piel. Sustancias que se acumulan y afectan a nuestro interior.
Podríamos hablar por ejemplo del Sodium lauryl sulfate. Un detergente y surfactante que se encuentra en el 90% de los productos para el cuidado personal ( jabones , champús , pasta de dientes , etc. ) Es un agente espumante barato y muy eficaz.
Sodium lauryl sulfate comenzó su carrera como un detergente de tipo industrial o desengrasante. Al igual que todos los detergentes, ataca la grasa, lo que ayuda a limpiar la piel. Sin embargo, la piel humana es un órgano complejo y contiene glándulas que segregan deliberadamente grasa o aceite sobre la piel para ayudar a mantenerla impermeable, flexible, suave y tersa. Sodium Lauryl Sulfate tiene un efecto de desprendimiento de la capa del aceite natural de la piel, dejando la piel irritada, áspera y seca.
Tal vez vaya siendo hora de que tomemos más consciencia de lo que hacemos con nuestro cuerpo.
Nos quejamos cuando nos duele, cuando nuestra piel se irrita... pero ... ¿Y qué le estamos dando?
Reflexiona y apuesta por lo, sencillamente, natural. Gracias.
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