La enfermedad tiene una razón de ser. "El cuerpo grita lo que tu voz no expresa"
¿Tienes algún proceso de enfermedad físico, mental o emocional?
¿Quieres tratártelo de forma natural y recuperar el equilibrio de tu
organismo?
¿Quieres hacerte consciente de qué es lo que te está provocando todo
eso y cambiar?
Nuestro cuerpo es una máquina perfecta. Sólo necesita un “buen
carburante” (alimentación saludable), ejercicio físico con moderación, que lo
escuchemos, y mucho amor.
Cuando un proceso físico se manifiesta en nuestro cuerpo, es porque
hay algo que ya lleva tiempo fallando. O falla la alimentación, o falla la
manera de vivir las emociones, o fallan las dos. Todo esto tiene muchísima más
influencia que la genética, que por cierto, es modificable.
Cuando uno toma consciencia de qué es lo que le provoca la enfermedad
(es fundamental hacerse consciente de que ha originado el proceso), si realmente
quiere, hace los cambios necesarios para curarse y lo consigue. El cuerpo es
muy agradecido cuando se le da lo que realmente necesita y no se deja dominar por la mente.
Y para ello, la naturaleza nos ofrece muchísimas plantas y alimentos,
que bien combinados, actúan de manera beneficiosa en el organismo. Además,
habría que añadir ejercicio físico adaptado a la persona, y cambiar la manera
de ver y vivir la vida. No hemos venido a sufrir. Hemos venido a aprender y
crecer. Por tanto, es fundamental saber adaptarse y vivir el momento presente.
De toda experiencia, de toda, se debe y se puede sacar algo positivo.
Por otro lado, la astrología, nos permite identificar en qué momento
está la persona, cuáles son sus órganos “débiles” de nacimiento, y qué parte
del cuerpo tiene mayor prioridad tratar. De esta manera, tratamos todo el
proceso en global, no solamente el síntoma visible. Es la única manera de dar
una solución real al problema.
Tratando sólo el síntoma, es como si ponemos un parche temporal, pero
no abordamos lo que está provocando todo el proceso. Lo único que se logra es
cronificarlo.
En cuanto a la iridiología, en el iris está reflejado todo nuestro
organismo. Y antes de que algo se manifieste en nuestro cuerpo físico, ya se ha
manifestado en nuestro iris. Cambios de color, manchas que aparecen, pigmentos…
Una técnica milenaria a nuestro servicio.
La combinación de todas ellas es una excelente base para afrontar
cualquier proceso.
Así que te invito a recuperar el contacto con la naturaleza, y
disfrutar de todos los regalos que pone a nuestro servicio.
“El enfermar y el curar, está en tus manos. En las de nadie más. No te
engañes ni te dejes engañar.”
Una enfermedad no es más que la manera que tiene el cuerpo de decirnos
que hay algo que no estamos haciendo bien. Que somos incoherentes con nosotros
mismos.
Los terapeutas somos herramientas a tu servicio, pero el trabajo lo
haces tú, si realmente quieres. No dejes en manos de otros, una responsabilidad
que solamente es tuya. Y aprende a pedir ayuda y a comprometerte contigo mismo
y con la vida.
“Nuestros cuerpos
físicos están destinados a morir. Cierto. La cuestión es vivir saludablemente y
con un cuerpo en perfectas condiciones, mientras estemos en esta vida, sabiendo
adaptarnos al momento y disfrutando de la plenitud de vivir. A esto se le
llama, amor incondicional.”
En esta consulta, el paciente cuenta el problema que le ha traído
hasta aquí. Yo, como terapeuta, le voy haciendo preguntas y hablando con él,
en busca de datos que nos ayuden a identificar el origen del proceso. Muchas veces, lo más beneficioso es que alguien nos escuche de verdad.
Se le pone un tratamiento, si es necesario, y/o se le indica alguna
otra terapia que le vendría bien llevar a cabo, haciéndole un seguimiento, si el
paciente está de acuerdo en ello.
Tiempo de la sesión: 1 hora